En España desechamos cada año 7,7 millones de toneladas de alimentos y es en los hogares donde más se desperdicia, registrando el 42% de este despilfarro, por delante incluso de la industria alimentaria. En los propósitos de este año incluye reducir el despilfarro de comida.
Cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, que suponen un tercio de la producción mundial, según la Comisión Europea. España es el séptimo país con mayor desperdicio de alimentos, con 7,7 millones de toneladas. Según el estudio realizado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP), la media de residuos por hogar (2,7 personas de media) en España es de 1,3 kg por semana que equivale a más de medio kilo de alimentos por persona y semana. Así, en un año, los hogares españoles tiran 1,5 millones de toneladas de alimentos aptos para el consumo.
En Francia e Italia, donde las cifras de comida desperdiciada superan a España, se han puesto en marcha leyes contra el despilfarro de alimentos. La ley francesa penaliza el desperdicio de alimentos mientras que la italiana se ha centrado en promover la donación de los alimentos, tanto de productores como de vendedores. Para fomentar las donaciones, se han suprimido trabas burocráticas y se ofrecen rebajas impositivas a las empresas según las cantidades de alimentos donadas.Iniciativas para frenar el desperdicio de alimentos.
En España no existe una regulación que evite el desperdicio, pero sí existen diferentes iniciativas para tratar de frenarlo. La OCU tiene la campaña No tires la comida con la que piden una ley para luchar contra el desperdicio de comida. Esta regulación debería contener medidas que fomenten la donación de alimentos que la industria y productores desechan a los bancos de alimentos; mejorar los beneficios fiscales, fijar fechas de consumo preferente y caducidad según criterios de calidad y seguridad alimentaria y fomentar la reutilización de los alimentos no aptos para el consumo en su transformación para la alimentación de animales o el compostaje.
Desde la Asociación de Empresas de Gran Consumo (AECOC) se ha puesto en marcha el proyecto alimentación sin desperdicio con la colaboración de más de 350 empresas fabricantes y distribuidoras del sector gran consumo. El objetivo es concienciar al consumidor del problema del desperdicio de alimentos e informar sobre los esfuerzos que realizan las empresas para frenarlo.Good After es un supermercado online de oportunidades en el que se pueden comprar alimentos que ya no pueden ser vendidos en el mercado, bien porque se ha pasado la fecha de consumo preferente o porque se han quedado anticuados por un cambio de embalaje.
La ventaja para el consumidor es que estos productos tienen descuentos de un 30 a 70% de su precio original. Este supermercado funciona en Portugal y España.The Real Junk Food Project es otro supermercado de comida desechada que surgió en Reino Unido, pero que cuenta con locales en Escocia, Australia, Francia y Alemania. Sus productos proceden de donaciones de otros supermercados, grandes superficies o restaurantes por sobrepasar la fecha de caducidad. Además, el proyecto se completa con restaurantes cuya comida se elabora también con productos desechados, pero en buen estado.Qué podemos hacer en casa para reducir el despilfarro
Como en el hogar es donde se produce un mayor desperdicio de alimentos podemos seguir unos sencillos consejos para evitarlo:
-Planifica la compra:
elabora una lista de los productos para la alimentación de toda la semana, para ello es buena idea elaborar un menú semanal de comidas y cenas para saber cuándo comprar los productos frescos para que no se estropeen. -Revisa
-Revisa el frigorífico y la despensa.
Mantener ordenada y organizados los alimentos en el frigorífico es fundamental para que no se queden olvidados en un rincón y se caduquen. Es conveniente congelar los productos frescos que no se van a consumir de inmediato y también los productos cocinados para que duren más tiempo.
-Calcula las cantidades.
La comida que se queda en el plato no se puede aprovechar, por lo tanto, es mejor hacer raciones más pequeñas para que las sobras queden en la cazuela y pueden ser aprovechadas.
Las posibilidades de reutilizar los alimentos son muy variadas, por ejemplo, con la fruta madura se puede hacer mermelada, aunque lo principal es evitar que los productos se estropeen, comprando de forma responsable.