¿Alguna vez has visto niños groseros con sus padres y a estos les has escuchado decir “Siento que no puedo con mi hijo”? Si ese es el caso, existe la posibilidad de que este tenga “Síndrome del emperador”.
Si no sabes de qué te estoy hablando, no te preocupes, pues a continuación, te contaremos todo lo que debes saber sobre este síndrome del emperador, el cual se caracteriza por generar niños controladores, niños groseros o tiranos.
¿Qué es el síndrome del emperador?
Este es el nombre que los psicólogos educativos les han dado a los niños que deciden a qué sitio va a viajar la familia en vacaciones, lo que comerá la familia, el programa que verán todos en casa, e incluso elige la hora a la que se va a dormir.
En otras palabras, el niño es un emperador o Rey de la casa. Sin embargo, su verdadero nombre es “Trastorno de oposición desafiante”. Los niños que se considera tienen este síndrome pueden conseguir todo lo que desean agrediendo de forma física o psicológica a sus papás, los amenazan y les gritan.
También son conocidos como niños controladores o dictadores, pues aprendieron a dominar a sus padres al punto de que se invirtió la autoridad en casa y tienen control absoluto de su familia. Si sus padres desobedecen sus caprichos, este puede reaccionar de forma violenta y es por eso que muchas veces escuchas a sus padres decir “Ya no puedo con mi hijo”.
Síntomas del síndrome del tirano
Para que tengas más información sobre esto, te contaremos algunos de los síntomas de este síndrome que puede echar a perder un hijo.
Por lo general, desde muy temprano estos niños demuestran patrones de una personalidad y conducta egocéntrica, se irritan con facilidad, no soportan la frustración, si no se le satisface en lo que cumple, puede estallar.
Estos son algunos de los síntomas que pueden ser clave para determinar si un niño padece de este síndrome. Es fácil saberlo, pues estos no han aprendido aún a cómo controlarse ni a sus emociones. Además, aprendieron cuáles son las debilidades de sus padres, por lo que eventualmente los manipulará.
Todas estas características que te hemos contado, que son síntomas, pueden echar a perder un hijo, ya que lo convierte en una persona sin capacidad de ponerse en el lugar de los demás, manipulador, violento, entre otras cosas.
¿Por qué se origina este síndrome?
Muchos psicólogos se han dado a la tarea de determinar cuál es la causa de este síndrome y han llegado a una respuesta.
En primer lugar, el escenario ideal para que se geste este tipo de personalidad o niño emperador, es cuando los padres trabajan mucho o por la razón que sea están muy ausentes de la vida del niño, lo que no les deja oportunidad de educarlos, enseñarles normas y límites que estos deben respetar.
Esto quiere decir que, cuando los padres descuidan a sus hijos por mucho tiempo, estos no pueden aprender cuáles son los límites para todo y aquellas enseñanzas que le evitarán ser un niño grosero y controlador.
En la actualidad, debido a los problemas económicos, muchos padres trabajan dos turnos o se ausentan durante mucho tiempo, y eso tiende a generar efectos o consecuencias negativos en el niño. Esto resulta paradójico, pues sus papás salen a ganarse dignamente la comida del niño y que este tenga una buena vida, pero este se les sale de control luego.
Síndrome del emperador en la adolescencia
Cuando al pequeño emperador o niños groseros no se le corrige ese comportamiento y matiz de su personalidad, entonces eventualmente crecerá hasta convertirse en un adolescente tiránico.
Esto es más común de lo que puedes imaginar, ya que los jóvenes se vuelve muy violentos, intolerantes y, en muchas ocasiones, estos agreden físicamente a sus padres, especialmente a su madre.
Por esta razón, esta es una conducta que se debe corregir desde que son niños, pues empeorará tremendamente con el paso del tiempo.
Es importante que los padres y las instituciones educativas corrijan este tipo de comportamiento en los niños. La salud mental es tremendamente importante en la vida de todos, y en los niños no deja de serlo, pues si las cosas negativas no se corrigen a tiempo, entonces estas se multiplicarán cuando el niño crezca.